Te mira a la cara, observa, cara lavada, pasa sus dedos por el lagrimal aún a sabiendas de que no hay legañas, te atusa el pelo y arregla el flequillo por quinta vez, echa un poco de colonia (seguramente Nenuco) en sus palmas y te lo pone encima del pelo, cuello y muñecas. Te pide que sonrías, bien, dientes limpios, estira tus mangas y perneras, te coloca bien la mochila y repasa que no te dejes nada... esa es tu madre y ese, era parte de su trabajo durante el día.

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