Bodega Marañones

Una gran aventura enólogica con final feliz: Bodega Marañones de la DO Vinos de Madrid. Sus expresivos vinos son todo un descubrimiento.

Bodega Mararoñes de Madrid es fruto de la unión entre dos personas con una forma de entender el campo y la viticultura común. J.Fernando Cornejo empresario, sociólogo y abogado madrileño, propietario de las tierras y la bodega, y Fernando García Alonso, un joven ingeniero agrónomo y enólogo, creador de los vinos y responsable de todos los procesos de viticultura y elaboración.

La Bodega Marañones en San Martín de Valdeiglesias está dentro de la DO Vinos de Madrid, entre Toledo y Ávila, en la confluencia de dos Sierras, la de Gredos y la de Guadarrama. Encontramos viñedos rodeados de cultivos típicos mediterráneos, como olivos, almendros e higueras, en prados aluviales, tierras bajas y paisajes de montaña con colinas y laderas. Los veranos son calurosos y los inviernos largos y fríos, protegidos de los vientos del norte. Debido a su altitud, entre 650 a 850 metros, tienen oscilaciones térmicas entre el día y la noche, factor muy importante para una buena maduración de las uvas.

Poseen 20 hectáreas plantadas en vaso con una media de edad de 50 años, todas ellas en producción orgánica. Principalmente divididas en cuatro parcelas distintas; Marañones, la que da nombre a la bodega, sinónimo de Endrino, planta de cuya fruta se extrae el pacharán, a 700 y 850 metros de altitud con orientación norte; Andrinoso, cumbre de la meseta a 850 metros de altitud; Peña cruzada, cumbre de la Peña a 750 metros. Y por último, Dehesa, llanuras aluviales a 650 metros. Todas ellas de suelo granítico con textura arenosa o limosa.

Sus variedades principales son dos autóctonas de la zona, Albillo Real para vinos blancos y Garnacha para los tintos. Tratan de alargar sus ciclos vegetativos lo máximo posible para conseguir una buena maduración, con equilibrio entre frescura, acidez y tanino. Los vinos de Garnacha de Bodega Marañones acostumbran a ser florales, elegantes y muy delicados. Y los de Albillo son glicéricos y densos con cierto amargor final que le aporta longitud y seriedad a los vinos blancos.

Cada parcela se vendimia manualmente en cajas de 12Kg, con una primera selección en el campo. Una vez en bodega, se vuelve a seleccionar y se trabaja, cada una de ellas por separado con levaduras autóctonas. Todos los vinos de bodega Marañones tienen una filosofía en común, el respeto a la uva. Esto conlleva a trabajar muy metódica y cuidadosamente, para obtener vinos elegantes que expresen las características de cada suelo y sobre todo de cada añada.