Bodegas Canopy

La aventura de tres amigos amantes de la Garnacha: Bodegas Canopy en la denominación de Métrida.

En Noviembre del 2003, tres amigos vinculados al mundo del vino y la hostelería, Alfonso Chacón, Belarmino Fernández y Jordi Vidal, inician la búsqueda de Garnachas viejas para un proyecto en común: elaborar un vino del Ródano en España. Para ello, se dejaron caer en Toledo, dentro de la DO Métrida, que en aquel momento no gozaba de muy buena reputación, pero cumplía con sus necesidades: un viñedo antiguo basado en la variedad Garnacha y una buena compañera para ésta como es la Syrah. Estos son los inicios de Bodegas Canopy en Méntrida.

Las viñas de Garnacha se encuentran en uno de los mejores terruños de la zona, en la Sierra de San Vicente, a 750 metros de altitud sobre suelos de silíceo y abundante roca granítica en sustrato pobre, entre los valles del Tajo y del Tietar. Son viñedos en vaso entre 40 y 90 años de antigüedad. Con un microclima perfecto para tener oscilaciones térmicas entre el día y la noche en el momento de la maduración y conseguir que los aromas se fijen en las uvas. El Syrah, procede de unas viñas más jóvenes, de entre 16 y 20 años, plantadas en espaldera en el municipio de Camarena a 400 metros de altitud sobre suelo arenoso.

La viticultura de Bodegas Canopy en Toledo se basa en la sostenibilidad, es decir, con la mínima intervención para conseguir que los suelos de silíceo-graníticos se expresen en plenitud y den potencia y elegancia a sus vinos. Están seguros que la mejor materia prima ha de servir para destacar el carácter de la variedad, por ello, utilizan barricas de mayor volumen de roble francés para tener menos aportación de madera.

Aunque se han especializado en hacer monovietales de Garnacha como Congo, Kaos o la Viña Escondida, Malpaso es el vino de Syrah de Bodegas Canopy, claro reflejo del objetivo con el que se fundó la bodega, elaborar vinos pensados desde el viñedo.

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