Celler Piñol

Los expresivos vinos de Celler Piñol son el espejo de la más pura tradición de la Terra Alta.

El Celler Piñol, de Batea en la DO Terra Alta, empezó a elaborar artesanalmente vinos en la década de los años 40 y no fue hasta 1995 que decidió modernizar sus instalaciones con nueva tecnología. A raíz de ello surgió el vino “L’Avi Arrufí 1995” condecorado con la medalla de plata en el certamen internacional Sélections Mondiales de Montréal.
 
Las 57 ha de viñedos del Celler Piñol se encuentran a una altitud entre 400 y 500m sobre el nivel del mar. En un clima mediterráneo de influencia continental, con marados contrastes térmicos entre el día y la noche durante la maduración de la uva. Tiene un escaso índice de pluviosidad y una elevada insolación anual. Los suelos del viñedo son pardo-calizos, con poca presencia arcillosa y pobres en materia orgánica. Este conjunto de condiciones medioambientales transmite a sus vinos de producción ecológica una gran intensidad y complejidad.
 
En Celler Piñol creen que el 80% del éxito de un vino empieza por el estado sanitario del viñedo y por consiguiente de la uva, y por ello la mayoría de las cepas se hallan emparradas. El otro 20% debe conseguirse en las instalaciones, entre la tradición y la modernidad de las nuevas bodegas, todo ello conjugado con conocimiento y pasión.
 
Del vino tinto del Celler Piñol de la DO Terra Alta se perciben los aromas de cada cepa, todo un mundo de sabores y el color intenso y lleno de matices.