Dominio de Pingus

Peter Sisseck ha conseguido poner en lo más alto sus vinos de la bodega Dominio de Pingus. Vinos exclusivos, de producciones muy limitadas y elaboraciones muy mimadas.

La bodega Dominio de Pingus, en la Ribera del Duero, fue fundada en 1995 por el enólogo danés Peter Sisseck, quien estudió en la Universidad de Burdeos y trabajó durante varios años en bodegas importantes de la zona. Ha trabajado en bodegas de California (EE.UU). También es gerente y enólogo de la Bodega Pesquera de Duero y Hacienda Monasterio. Desde el año 1999 también lleva la dirección técnica de Celler Mas Gil en la D.O Empordà y de la bodega Quinta Sardonia. Su paso por Burdeos aún lo liga hoy en día, formando parte de varios proyectos vinícolas de la región francesa.1

Dominio de Pingus es una bodega artesanal, con unas pocas hileras de barricas nuevas, una rudimentaria prensa, algunas tinas de madera y depósitos de acero. Lo suficiente para una elaboración artesanal, muy cuidadosa que conlleva a una baja producción. Una de las incógnitas del éxito de esta bodega deriva en las viñas viejas de entre 60 y 70 años de Tinto Fino, que se cultivan en tan sólo cinco hectáreas, en diferentes pequeñas fincas de suelo arcillos y pedregoso; tan sólo hay una finca con una extensión aún no de una hectárea en la que cultiva viñas jóvenes. Todas ellas con una muy controlada selección. El despalillado se realiza manual y pacientemente, desgranando las uvas más maduras de cada racimo. El vino se deja reposando entre 20 y 23 meses sin trasegar, hasta un mes antes del embotellado. 

La primera cosecha de los vinos tintos de Dominio de Pingus fue en 1996. Sobre esta primera añada, con una producción muy limitada de tan sólo 325 botellas, Robert Parker declaró: "Uno de los vinos más grandes y más emocionantes que he probado jamás". Esta primera producción fue exportada a EE.UU donde se agotó rapidamente, aún cuando las botellas se vendieron por 200 dólares cada una.Tuvieron que pasar varios años y varias anécdotas para que al final, en el 2004, con una añada excepcional para los vinos de Ribera del Duero, recibiera los primeros 100 puntos del crítico Robert Parker.

Una de las anécdotas más famosas sobre los vinos de Dominio de Pingus nos recuerda que en noviembre de 1997, la nave que transportaba un cargamento consolidado para EE.UU. de 75 botellas, con un precio de 495 dolares por botella, desaparecieran “casualmente” en algún lugar cerca de las Azores en el Atlántico Norte.

En los últimos años Peter a elaborado sus dos última referencias, por su perfil más asequible, Flor de Pingus, y el más novedoso, PSI de Dominio de Pingus.