El Grifo

Una de las diez bodegas más antiguas de España es la Bodega El Grifo de Lanzarote.

La Bodega El Grifo de Lanzarote se encuentra en el paraje El Grifo, siendo la bodega más antigua de las Islas Canarias, una empresa familiar, fundada sólo 20 años después de los últimos coletazos del volcán, en 1775. Es una de las diez bodegas más antiguas de España. Los actuales propietarios, quinta generación de su saga, son Juan José y Fermín Otamendi Rodríguez-Bethencourt, han sabido, a la vez, tener la más histórica y actual de las bodegas de Lanzarote, progresando sin perder el encanto.

Las bases de la viticultura de la isla de Lanzarote, se fundaron gracias al párroco de Yaiza y a los agricultores de la zona cuando el volcán se calmó. Tuvieron que experimentar con nuevos cultivos y cavar por debajo de las cenizas hasta llegar a suelo orgánico, a veces hasta 2 metros. Consideraron que la vid era el cultivo más indicado para la nueva realidad de Lanzarote, teniendo unas condiciones únicas, con el picón de Timanfaya que resuelve el problema de la falta de lluvia y protegidos de los vientos secantes de los alisios por el hoyo semicircular de lava. Son suelos ricos en minerales, pero escasos en materia orgánica.

Tienen unas 60 hectáreas de viñedo propio para elaborar todos los vinos de la bodega El Grifo, plantados sobre pie franco, al no afectar nunca la filoxera en la isla. Antiguamente la Malvasía era la uva principal de Canarias, pero en el resto del archipiélago los viticultores 'aprovecharon' la crisis de la filoxera para plantar cepas más productivas y fáciles, aunque generalmente sin la finura y calidad especial que da la Malvasía en estos suelos volcánicos a los vinos blancos de la bodega El Grifo. Listán y Negramoll son las dos variedades negras autorizadas.

El equipo enológico es una pieza fundamental en el éxito de El Grifo, a partir de los años ochenta revolucionaron los métodos y tipos de vino de Canarias, introduciendo el inox en la isla, equipos de frío y prensas de membrana. También mantuvieron el Canary y el Glas como métodos antiguos. Siempre ha tenido mano libre para trabajar y experimentar en ella, además de un notable avance en la calidad a base de control del viñedo y una selección muy intensiva de la uva, han puesto en marcha nuevos proyectos que incluyen cosas como un tinto dulce al estilo de Oporto, nuevos tintos de crianza y un blanco de Malvasía fermentado en barrica.

Cerca de 50.000 visitantes pasan todos los años por esta bodega, al tener en ella un bonito Museo y se ha convertido en una parada turística obligada de Lanzarote. El desaparecido artista César Manrique, amigo de la familia, fue el encargado en convertir la antigua bodega en el Museo del Vino de hoy en día.