Mas Candí

La recuperación de variedades autóctonas, algunas de ellas ya extinguidas, es la filosofía reina de la pequeña bodega Mas Candí del Penedès.

De tierras del Alt Penedés ubicadas en los lindes noroccidentales del Parque Natural del Garraf, cuatro jóvenes viticultores se han unido para elaborar sus propios vinos, los vinos de la Bodega Mas Candí del Penedès. Han retomado los viñedos que sus abuelos ya cultivaban en los
términos de Font-Rubí, Pla del Penedés, Torrelavit, y los de Cal Candí en el municipio de Les Gunyoles d’Avinyonet, una finca con tradición agraria desde el siglo XVI estando hoy una parte de ella destinada a la viticultura.

Una de las ideas de esta pequeña bodega, en dimensiones, ha sido retomar el cultivo de variedades autóctonas y, casi tan o más importante, recuperar el cultivo de algunas en la práctica extinguidas por la devastación de la filoxera y luego debido también, a pesar de su buen potencial enológico, al bajo rendimiento. Entre las tintas resurgidas trabajan la Mandó, Mònica, Sumoll Cannonnau y Roigenc, y las blancas Malvasía de Sitges y Torbat.

Las actividades de la bodega, tanto las vitícolas como las vinícolas, se realizan a mano para cuidar al máximo la uva, y por el respeto al medio ambiente no emplean productos fitosanitarios ni abonos químicos. Incluso para mantener el equilibrio del ecosistema y la biodiversidad, en el
viñedo se potencia un manto de vegetación autóctona.

Los viñedos de Mas Candí, algunos de hasta 60 años, ocupan terroirs de suelos de naturalezas similares en un clima mediterráneo por encima del los 200 metros de altitud con el Parque Natural del Garraf entre ellos y la línea de litoral.

Otras variedades que cultivan son la Cabernet Sauvignon, con la que elaboran el vino tinto Mas Candí Les Forques, y las blancas Xarel·lo, Macabeo y Parellada con las que elaboran un cava  y sus vinos de Xarel·lo, Desig y Mas Candí QX (Quatre Xarel·los).

Con la variedad Garnacha Blanca elaboran el vino blanco más exclusivo de Mas Candí, l’Ovella Negra. Son tan sólo 500 botellas las que salen de las 226 cepas de esta variedad, una variedad que se dejó de cultivar en la zona por la dificultad de su cultivo.