Terra Remota

Desde el máximo respecto por el entorno, los vinos de Terra Remota expresan, de forma sincera, el terroir de l'Empordà.

La bodega Terra Remota de Marc & Emma Bournazeau nace en el 2006 en el nordeste de la Península Ibérica, dentro de la DO Empordà. Es un proyecto apartado, en un paraje solitario, entre los pequeños pueblos de Campmany y Sant Climent Sescebes, y cautivador por su apariencia de lejanía respecto al resto del mundo, justificando así, el nombre con el que han bautizado su bodega. A pesar de estar en una localización escondida, esta zona ha estado ocupada por comunidades desde tiempos remotos, teniendo restos de asentamientos de la cultura ibérica. Por eso, Terra Remota, ha querido tomar como representación simbólica de la bodega dos símbolos de estas primitivas ocupaciones ibéricas, circulo y aspa, encontrados esculpidos en algunos bloques graníticos de la zona. Es una bodega con una marcada sensibilización por el terreno, integrándose al máximo en él. Este concepto es la espina dorsal de su filosofía, rigiendo las actuaciones de la bodega en todos los sentidos.

Sus propietarios son Marc y Emma Bournazeau, de origen francés pero con raíces catalanas. El abuelo de Emma, tuvo que irse a Francia, concretamente a Perpignan, al acabar la Guerra Civil Española, por eso, esta bodega representa, especialmente para Claude Florensa, padre de Emma, volver a sus orígenes y recuperar una identidad perdida. En el año 2000, fue cuando empezó el sueño de esta familia; en el momento de adquirir los terrenos donde hoy en dia se encuentra Terra Remota del Empordà, se dieron cuenta que existían viejos pies de cepas abandonados, desvelando la antigua dedicación a este cultivo en su terreno; ésto reforzó su idea de dedicar la finca a la viticultura. Marc Bournazeau, con experiencia en este campo al haber liderado dos bodegas anteriormente, fue la pieza clave para la configuración del proyecto y del estilo de vinos de la bodega Terra Remota.

La bodega fue construida por el estudio Barcelonés de Arquitectura, Interiorismo y Diseño de Pepe Cortés, con una serie de premisas establecidas por adelantado de la propiedad, condicionando el trabajo de los arquitectos, que supieron transmitirlas al proyecto con precisión y fidelidad. Éstas fueron: Integración en el terreno, situando la bodega en una suave pendiente con cubiertas vegetales en sus dos plantas. Respeto medioambiental, gracias a su orientación norte, la bodega contribuye al control térmico. Funcionalidad técnica. Contemporaneidad y diseño. Y por último transparencia, con vistas a todos los rincones de elaboración.

La finca de Terra Remota es indivisa de 40 hectáreas, enclavada al pie de la Sierra de Albera, con terrenos de sauló, roca granítica erosionada, muy interesante al ser un terreno poco fértil con muy buen drenaje. También tienen terrenos, la minoría, de naturaleza granítica, típico de la zona. Los viñedos, un total de 12 parcelas, ocupan una extensión de 23 hectáreas entremezclados con bosques de pino, encinas, robles y matojos, característicos de la zona. Tienen plantadas variedades y clones de baja producción siguiendo un cultivo bajo los parámetros de "agricultura razonable", usando abonos exclusivamente orgánicos y reconvirtiéndola a agricultura ecológica, proceso que acabará de aquí a pocos años. Las vendimias son manuales, parcela por parcela y variedad por variedad, para poder vinificar por separado.
Sus instalaciones son modernas trabajando al máximo por gravedad.