Lanzarote
Sobre un característico suelo de ceniza volcánica, encontramos las cepas con las que se elaboran los vinos de la DO Lanzarote.
Lanzarote forma parte del archipielago canario, situándose en la zona más oriental y siendo la isla más cercana a África. Esta cercanía al continente africano junto a la poca altitud de la isla (su punto más alto es de 600 metros) permite el paso rápido y limpio del Aliso (típico viento de las Islas Canarias) que dificulta la formación de nubes y las consecuentes lluvias. Así reinan las altas temperaturas y la falta de humedad, convirtiéndose en una zona árida.
La DO Lanzarote es conocida por su especial forma de cultivo de la vid que confiere una visión majestuosa y sorprendente al paisaje. Las cepas se plantan en unos hoyos de unos 3 m. de diametro y unos 2,5 m. de profundidad en suelos de ceniza volcánica; suelos de intenso tono negro formado de la fragmentación de la lava expulsada por sus volcanes y que es conocida como Lapilli. Estos agujeros suelen estar rodeados de pequeños muretes de piedra que actúan como cortavientos para proteger la planta. Esta forma de cultivo se encuentra en toda la isla, sobretodo en la zona de La Geria. En la zona norte de la isla en lugar de hoyos se suelen plantar en zanjas, pero siguiendo el mismo sistema.
Esta forma de cultivo, provoca que en la Denominación de Origen Lanzarote no se utilice maquinaria ni durante el proceso de cultivo ni durante la vendimia. Ésta siempre es manual, realizada en horas de poca luz solar y con un rápido traslado a las bodegas para evitar las altas temperaturas.
A pesar de su poca extensión, encontramos una gran diversidad de variedades de uva en Lanzarote. La inmensa mayoría son autóctonas de las Islas, si bien se han autorizado algunas pequeñas parcelas de uvas foráneas como la Cabernet Sauvignon, Syrah o la Merlot. La edad media de las viñas de la DO Lanzarote es de 30-50 años. Hay un claro predominio de uvas blancas siendo la reina la Malvasía Volcánica. Las producciones son siempre bajas o muy bajas ante la imposibilidad de grandes plantaciones por la dificultad de su forma de cultivo; así encontramos pequeñas parcelas o microparcelas de muchas variedades, muchas sobrevivientes de tiempos muy pasados y cuyos frutos eran para uso doméstico o familiar.
Los vinos de la isla de Lanzarote sorprenden por su fondo mineral, que aparece en mayor o menor intensidad proporcionando un agradable recuerdo ahumado.
Los vinos blancos de Lanzarote se caracterizan por sus aromas frutales y florales, su fondo ahumado y su gran frescura.
Los vinos tintos DO Lanzarote son conocidos por ser francos, equilibrados, de paso suave y con un intenso fondo mineral. En los últimos años han aparecido ya vinos tintos con barrica.
En esta denominación canaria, también se elaboran sabrosos vinos rosados de marcado carácter frutal y los conocidos vinos de uva sobremadura, con una muy alta intensidad aromática.
Variedades tintas: Bastardo Negro o Baboso Negro, Moscatel Negro, Vijariego Negro, Listán Negro, Negramoll o Mulata, Malvasía Rosada, Tintilla. Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Syrah.
Variedades blancas: Malvasía Volcánica, Moscatel de Alejandría, Vijariego, Albillo, Güal, Verdello, Listan Blanca, Burrablanca, Pedro Ximénez, Torrontés.