Rueda

El vino de Rueda está reconocido internacionalmente por su frescura y su amable carácter afrutado.

Fue la primera denominación reconocida en la Comunidad Autónoma de Castilla y León. La DO Rueda se aprobó en enero de 1980. Es una zona especializada en la elaboración de vinos blancos de alta calidad debido a las características naturales de sus entorno. El reglamento vigente de la Denominación de Origen  Rueda aprueba, en agosto de 2008, la elaboración de tintos y rosados amparados por esta denominación.

La DO Rueda está compuesta por 74 municipios repartidos entre las provincias de Valladolid, Segovia y Ávila. En los términos municipales de los pueblos de La Seca, Rueda y Serrada se aglutina la mayor concentración de viñedos. Esta denominación ocupa la depresión central del rio Duero. La orografía de suaves relieves, de terrazas aluviales en los márgenes fluviales, está sometida a vientos atlánticos. El terreno es cascajoso en superficie, pero de fácil laboreo. Este estrato pedregoso facilita el drenaje del agua y la buena aireación de raíces. Estos suelos son los que ostentan los mejores viñedos de esta denominación.

El territorio de la DO Rueda está marcado por un riguroso clima continental. Severos e interminables inviernos alternan con primaveras cortas y calurosos y secos estíos, a veces sorprendidos por inoportunas tormentas. El índice de pluviometría registra valores entre los 300 y 500 l/m2 anuales. La marcada diferencia de temperaturas entre el día y la noche definen en la uva el equilibrio entre concentración de azúcar y acidez.

Para la elaboración del típico vino blanco afrutado de Rueda se utiliza la uva autóctona de la denominación, la variedad Verdejo que es la que mayor superficie ocupa. Está adaptada perfectamente al clima continental y a un suelo cascajoso. La introducción en España de esta variedad se atribuye a los mozárabes. Sin disponer de testimonios escritos, se cree que el origen de este cultivo, en esta zona, se remonta al siglo XI con el reinado de Alfonso VI coincidiendo con la repoblación, también por mozárabes, de la cuenca del rio Duero.

Los vinos de Rueda blancos de la variedad Verdejo se caracterizan por un aroma y sabor a matices herbáceos y frutales, acompañado de una excelente acidez. Es original en boca por su característico toque amargoso junto a una rotunda expresión frutal. Un conjunto de cualidades que hacen que sea un vino muy armonioso.

Las bodegas de la DO Rueda elaboran tres tipos de vino blanco joven: el Rueda Superior, con un mínimo del 75% de uva Verdejo; el Sauvignon Blanc elaborado monovarietal; y Rueda Blanco, con un mínimo del 40% de la Verdejo o de la Sauvignon Blanc.  

El vino blanco Verdejo es la imagen más conocida de Rueda, su embajador en la copa. Es un vino que a los tres meses adquiere un color ligeramente amarillo con un matiz verdoso de juventud, con un aroma y paladar fresco y afrutado. Es un vino sin crianza, de la cosecha, capaz de mostrar sus mejores aromas primarios, potentes y elegantes.

Los Sauvignon Blanc de D.O. Rueda, de marcado carácter varietal, son vinos frescos de apariencia amarillo verdosa limpia y brillante. En nariz son intensos, con tonos frutales y sutiles notas herbáceas. En boca son ligeros y agradables, con sensaciones a frutas tropicales y hierbáceas.

El vino blanco de Rueda envejecido en barrica aguanta la madera sin perder el equilibrio aromático. Los notas de vainilla y tostado, propias de la madera, se mezclan en perfecta armonía con los aromas frutales y de heno típicos de la Verdejo.

Las variedades que recoge la DO Rueda son:

Variedad uva tinta:

Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Garnacha.

Variedad uva blanca:

La autóctona Verdejo, Sauvignon Blanc, Viura y Palomino Fino.