Zalema

Autóctona de la denominación Condado de Huelva, es especialmente apta para largas crianzas en soleras. Se complementa con otras variedades andaluzas.

Variedad de uva blanca autóctona de la DO Condado de Huelva donde ocupa más del 85% de la superficie del viñedo. La etimología proviene del árabe Salem, que significa “paz” y se emplea a modo de saludo y como signo de cortesía.

La cepa da un buen desarrollo en los terrenos pobres y neutros de aluvión de la cuenca del Guadalquivir, y aún así presenta una buena fertilidad y unos rendimientos muy altos tanto en uva como en mosto. No es muy sensible al oídio ni a la botrytis, pero ésta podría aparecer en vendimias tardías debido a la polilla del racimo.

La cepa presenta un pámpano de porte semirrastrero. Los racimos son de tamaño grande y compactos. Las bayas son esféricas aplastadas y de tamaño mediano a grande. Son de color amarillo verdoso con alguna peca y con hollejo de grosor medio. El mosto tiene un bajo contenido en azúcares.

Debido a su carácter oxidativo, esta variedad es especialmente apta para la crianza, aguantando largas soleras. Los vinos dulces de uva Zalema son vinos semejantes a los finos y amontillados de Jerez, llamados Pálidos y Condado Viejo. En numerosas ocasiones, se complementa con variedades semejantes (Pedro Ximénez, Moscatel). Como es una variedad de muy alto rendimiento en mosto, los vinos blancos de uva Zulema obtenidos no son de muy alta calidad. Es un vino ligero, de color amarillo-pajizo, con un aroma corto y algo vegetal, a veces con notas a albarizas. No es vino de gran aporte alcohólico, con una baja acidez y un marcado amargor final. También se puede emplear para la elaboración de vinos espumosos.

Otras denominaciones de esta variedad son: Rebazo o Zalemo.